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Dr. Hender Rangel: Un Legado de Compromiso
Cuando se habla de los orígenes de Fénix Salud, el nombre del Dr. Hender Rangel aparece de inmediato como una de esas figuras esenciales que ayudaron a forjar esta institución. Médico psiquiatra de profesión, humanista de vocación y gestor por impulso propio, fue junto a Oscar Díaz Santamaría y Ricardo Freyre uno de los fundadores de esta clínica que hoy celebra 15 años de vida.
Su historia personal refleja la misma esencia de resiliencia que inspiró el nombre de la clínica. Nacido en el seno de una familia andina, fue el primer miembro en llegar a la universidad. “Decidí estudiar medicina porque realmente tenía dos opciones para mi carrera universitaria… medicina era uno de los grandes anhelos familiares, y fui, pues, el primer médico de mi grupo familiar”.
Su camino lo llevó a especializarse en psiquiatría en el Hospital Psiquiátrico de Caracas, cuando aún era un centro universitario de referencia. Pero paralelamente cultivaba otro talento: el análisis y la gestión en el sector asegurador. “Comencé a trabajar los fines de semana y en las noches en Seguros Nuevo Mundo, seguí en seguros Orinoco, continué por seguros La Previsora… y me apasioné por la parte de seguros”.
Fue precisamente esa combinación entre formación médica y visión administrativa la que le permitió desempeñar, años más tarde, un papel clave en otra compañía aseguradora: “Desde el punto de vista gerencial logré obtener el cargo de director médico de los planes de salud de ConVida, del grupo Rescaven, y es allí donde conozco a Oscar Díaz Santamaría”.
Juntos emprendieron distintos retos hasta que en 2009 se abrió una nueva puerta: tomar las riendas de la clínica Padre Pío, dando origen a un emprendimiento que evolucionó a Fénix Salud. Desde entonces, el Dr. Rangel también había incursionado en la medicina ocupacional: “Desarrollamos el Servicio de Seguridad y Salud en el trabajo. Me profesionalicé con un diplomado y actualmente curso el TSU (Técnico Superior Universitario) en Seguridad Industrial”.
Fue esa evolución personal y profesional la que lo llevó a tomar una decisión consciente: “Fénix llegó a un momento en donde el crecimiento era exponencial y la inversión de tiempo que había que colocarle era impresionante… mi velocidad y mi dinámica no me permitían hacerlo de manera satisfactoria, y es por eso que decido tomar la decisión de apartarme y dejar que la empresa creciera en el rumbo que necesitaba crecer y yo en el rumbo en el que yo quería crecer”.
